12 habilidades de liderazgo para equipos en crecimiento

Si estas tomando un nuevo puesto de liderazgo, quizas te preguntes cuáles son las principales habilidades que puedes trabajar. ¿Qué es más importante para los empleados? ¿Qué factores podrían potenciar el compromiso y las interacciones y reducir la rotación?

Una investigación del MIT Sloan Management Review arroja algo de luz al respecto. Por ejemplo, puede que te sorprenda que la retribución ocupe el puesto 16 en la predicción de la rotación de empleados, mientras que una cultura corporativa tóxica ocupa el primer lugar, diez veces más potente que la retribución. Entonces, ¿cómo se puede conducir a una cultura más colaborativa y positiva?

Después de trabajar con cientos de equipos y entrevistar a muchos líderes empresariales, he descubierto que lo contrario de una cultura tóxica y centrada en el «yo» es una cultura centrada en el «nosotros». Mi reciente libro We Culture explica las 12 habilidades de comportamiento necesarias para liderar y colaborar en el futuro del trabajo para construir una We Culture en un lugar de trabajo presencial, remoto o híbrido. He aquí un resumen:

Conecta con tus empleados y compañeros de equipo para impulsar la innovación


1) Defina un propósito y unos valores compartidos: defina el propósito y los valores como equipo. A continuación, interiorice las normas comunicándolas a diario y a través de toda la experiencia del empleado (desde la contratación hasta la salida), siendo un modelo a seguir y compartiendo ejemplos para evitar incoherencias.

2) Alimente su red: comuníquese con sus contactos más allá de su zona de confort. Decida qué relaciones quiere mantener y mejorar. Busque distintos métodos de comunicación, tanto síncronos como asíncronos, y organice interacciones más breves pero más frecuentes y significativas.

3) Normalice el cambio: Acepte el fracaso como parte del proceso de innovación, entienda qué salió mal y aprenda de ello. Aprenda a criticar (a usted y a sus compañeros de trabajo) para construir un espacio seguro en el que la gente pueda sentirse cómoda para pasar a la siguiente innovación.

Presta atención a la primera línea para impulsar la calidad


4) Lleve la toma de decisiones a la primera línea. Apoye la experimentación y el aprendizaje cuando la acción tenga lugar en primera línea, reorientando la atención hacia la mejora, no hacia la culpabilización.

Comparta datos, no opiniones, para facilitar la transparencia y la toma de decisiones acertadas. Cree un espacio seguro para que sus empleados propongan, decidan y acierten o se equivoquen, y esté disponible cuando le pidan ayuda.

5) Ayude al equipo a entender y definir sus propias métricas. Comprenda y comparta los resultados, contrólelos y verifíquelos en equipo. Como resultado, los empleados conocerán mejor y detectarán más rápido lo que requiere atención en sus procesos.

6) Aprenda a gestionar los riesgos escuchando: apoye al equipo en la detección y comunicación de riesgos y amenazas. Al identificar y analizar los problemas de forma productiva en equipo, se pueden anticipar posibles fallos, incorporando las lecciones aprendidas y restableciendo su relación con el fracaso.

Respeta las diferentes necesidades y características de los miembros del equipo para impulsar el compromiso.


7) Construir relaciones empáticas de tú a tú: Aumente el compromiso personalizando su estilo de liderazgo a las necesidades específicas de cada miembro del equipo a través de conversaciones uno a uno. Conocer y empatizar con cada individuo ayuda a construir relaciones basadas en la confianza y la honestidad, en las que el feedback no equivale a frustración, sino a crecimiento.

8) Promover la seguridad psicológica del equipo: Construya un entorno en el que los miembros del equipo puedan colaborar, hacer preguntas y ser disruptivos sin ser tachados de ignorantes. Para participar con seguridad, deben sentirse seguros de que nadie les avergonzará por admitir un error, hacer una pregunta, aportar comentarios constructivos u ofrecer una idea descabellada.

9) Acepte la diversidad, la igualdad y la inclusión: Respete y céntrese en los puntos fuertes de sus compañeros de trabajo creando equipos diversos en los que todos sientan que tienen las mismas oportunidades de triunfar. Personas diferentes con perfiles, puntos de vista y conocimientos distintos son el combustible que puede llevar a una empresa más allá.

Permite a los empleados actuar de forma autoorganizada para impulsar la agilidad


10) Promueva la autonomía. Fomente la responsabilidad individual mientras aprende a ceder el control.

11) Fomente las rutinas de equipo: apoye a su equipo en el desarrollo de rutinas de equipo, como estandarizar la forma de organizar las reuniones de equipo para colaborar de forma más eficiente. Por ejemplo, puede definir normas básicas como grabar todas las sesiones, utilizar herramientas en línea para compartir ideas y acordar siempre el envío de órdenes del día y actas.

12) Crear hábitos de autoorganización: Cree un entorno en el que los empleados hagan las cosas con la mínima supervisión directa mediante métodos de gestión visual, 5S, lean y ágiles.

Elige una de las cuatro dimensiones (conexión, atención, respeto o empoderamiento) en la que te sientas más cómodo iniciando el cambio, y céntrate en mejorar esas tres habilidades. Estas habilidades ayudarán a crear una cultura más positiva basada en el trabajo en equipo consciente para aumentar el compromiso de los empleados, la agilidad, la calidad y la innovación.


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